
La ciencia ficción llega al quirófano.
Una vez desarrollado el robot ERM cuya patente fue vendida a la empresa española SENER, que lo comercializa ya en todo el mundo, el grupo de investigación de Robótica Médica de la Universidad de Málaga trabaja ya en un nuevo prototipo, esta vez en colaboración con la Universidad Miguel Hernández de Alicante y el centro tecnológico Cartif, con la apariencia de un gusanillo articulado, que se introduzca en el interior del paciente y se mueva hasta llegar a la zona enferma. Una vez allí se desprenderá la cabeza de ese gusanillo que, en realidad, será otro microrrobot abdominal, habilitado para moverse en espacios milimétricos tanto de forma autónoma como dirigido desde el exterior. Este último artefacto es el que desarrollará la universidad malagueña y estará equipado con el instrumental necesario para realizar la intervención quirúrgica.
diario Málaga Hoy, 30-09-2010