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Maenoba Scientia - Tumor de médula espinal

Revista de Ciencia e Ingenierí­a del IES Almenara
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Tumor de Médula Espinal

Los tumores medulares son masa de tejido anormal que crecen dentro de la columna en contacto con el sistema nervioso o formando parte de él.
El nombre TUMOR dado a esta patologí­a, significa masa, bulto o engrosamiento de un tejido que puede comportarse compresivamente o no sobre los elementos anatómicos circundantes.

Son clasificados en benignos (no cancerosos) si las células que producen su crecimiento son similares a otras células normales que crecen relativamente poco y están bien localizadas.
Los malignos (cancerosos) tienen células muy diferentes a las células normales, crecen muy rápido y se propagan fácilmente a otras localizaciones.
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Los tumores que comienzan en el tejido medular se denominan tumores medulares primarios.
Los tumores que se diseminan a la columna desde algunos otros lugares (metástasis) se denominan tumores medulares secundarios. Los tumores se puede diseminar a la columna desde la mama, la próstata, el pulmón y otras áreas.
El progresivo abultamiento del tumor produce compresión sobre tejidos delicados y desvirtúan su función.
Además, cualquier tumor que está localizado próximo a estructuras vitales de los nervios puede dañarlas seriamente.
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La médula se asemeja en su funcionamiento a un verdadero cable telefónico.
Rodeada de una protección ósea, la médula contiene un manojo de nervios que conducen mensajes entre el cerebro y el resto del cuerpo, dando instrucciones (funciones motoras, por ejemplo: mover un brazo) o recibiendo información desde la periferia (función sensitiva).

Los tumores que crecen dentro o cerca de la espina, interfieren dicha comunicación, ya sea por: Compresión de la misma o de los nervios que salen de ella, o por disminución de la circulación de la sangre a ese nivel.

Sí­ntomas: Dolor (constante), sensación de quemadura, alteraciones en la sensibilidad de la piel a la temperatura, debilidad, falta de coordinación, ataxia (descoordinación en el movimiento de las partes del cuerpo), las partes del cuerpo afectadas por estos sí­ntomas varí­an según la localización, la extensión y el tipo de tumor.

Estos exámenes pueden confirmar el tumor medular: Examen del lí­quido cefalorraquí­deo (LCR), citologí­a (estudio celular) del (LCR), mielografí­a, tomografí­a computarizada de la columna vertebral, resonancia magnética de la columna vertebral o de la columna lumbosacra, radiografí­a de la columna vertebral.

Tratamiento:El objetivo del tratamiento es reducir o prevenir el daño de los nervios por la presión o compresión de la médula espinal.El tratamiento se debe suministrar rápidamente. Cuanto antes se presentan los sí­ntomas, más rápido se necesita el tratamiento para prevenir una lesión permanente.

Los tratamientos abarcan:
Corticosteroides (dexametasona) que se pueden administrar para reducir la inflamación y la hinchazón alrededor de la médula espinal.
Puede ser necesaria la cirugí­a con el fin de aliviar la compresión sobre la médula espinal.
Algunos tumores se pueden extirpar completamente; en otros casos, se puede extirpar parte del tumor para aliviar la presión sobre la médula espinal.
La fisioterapia puede ser necesaria para mejorar la fuerza muscular y la capacidad para desenvolverse de manera independiente.
El daño nervioso, con frecuencia, continúa aún después de la cirugí­a. Aunque es probable que haya algo de discapacidad permanente, el tratamiento puede retrasar el desarrollo de una discapacidad mayor y la muerte.
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Creado/a por a4esoBmruizh. Última modificación: Lunes 28 de Octubre, 2013 13:43:46 CET por a4esoBmcabellov.