
Tumor de Médula Espinal
Los tumores medulares son masa de tejido anormal que crecen dentro de la columna en contacto con el sistema nervioso o formando parte de él.
El nombre TUMOR dado a esta patología, significa masa, bulto o engrosamiento de un tejido que puede comportarse compresivamente o no sobre los elementos anatómicos circundantes.
Son clasificados en benignos (no cancerosos) si las células que producen su crecimiento son similares a otras células normales que crecen relativamente poco y están bien localizadas.
Los malignos (cancerosos) tienen células muy diferentes a las células normales, crecen muy rápido y se propagan fácilmente a otras localizaciones.

Los tumores que comienzan en el tejido medular se denominan tumores medulares primarios.
Los tumores que se diseminan a la columna desde algunos otros lugares (metástasis) se denominan tumores medulares secundarios. Los tumores se puede diseminar a la columna desde la mama, la próstata, el pulmón y otras áreas.
El progresivo abultamiento del tumor produce compresión sobre tejidos delicados y desvirtúan su función.
Además, cualquier tumor que está localizado próximo a estructuras vitales de los nervios puede dañarlas seriamente.

La médula se asemeja en su funcionamiento a un verdadero cable telefónico.
Rodeada de una protección ósea, la médula contiene un manojo de nervios que conducen mensajes entre el cerebro y el resto del cuerpo, dando instrucciones (funciones motoras, por ejemplo: mover un brazo) o recibiendo información desde la periferia (función sensitiva).
Los tumores que crecen dentro o cerca de la espina, interfieren dicha comunicación, ya sea por: Compresión de la misma o de los nervios que salen de ella, o por disminución de la circulación de la sangre a ese nivel.
Síntomas: Dolor (constante), sensación de quemadura, alteraciones en la sensibilidad de la piel a la temperatura, debilidad, falta de coordinación, ataxia (descoordinación en el movimiento de las partes del cuerpo), las partes del cuerpo afectadas por estos síntomas varían según la localización, la extensión y el tipo de tumor.
Estos exámenes pueden confirmar el tumor medular: Examen del líquido cefalorraquídeo (LCR), citología (estudio celular) del (LCR), mielografía, tomografía computarizada de la columna vertebral, resonancia magnética de la columna vertebral o de la columna lumbosacra, radiografía de la columna vertebral.
Tratamiento:El objetivo del tratamiento es reducir o prevenir el daño de los nervios por la presión o compresión de la médula espinal.El tratamiento se debe suministrar rápidamente. Cuanto antes se presentan los síntomas, más rápido se necesita el tratamiento para prevenir una lesión permanente.
Los tratamientos abarcan:
Corticosteroides (dexametasona) que se pueden administrar para reducir la inflamación y la hinchazón alrededor de la médula espinal.
Puede ser necesaria la cirugía con el fin de aliviar la compresión sobre la médula espinal.
Algunos tumores se pueden extirpar completamente; en otros casos, se puede extirpar parte del tumor para aliviar la presión sobre la médula espinal.
La fisioterapia puede ser necesaria para mejorar la fuerza muscular y la capacidad para desenvolverse de manera independiente.
El daño nervioso, con frecuencia, continúa aún después de la cirugía. Aunque es probable que haya algo de discapacidad permanente, el tratamiento puede retrasar el desarrollo de una discapacidad mayor y la muerte.
